En 2012, el entonces presidente, Felipe Calderón, presentó una iniciativa para reformar la Ley Federal del Trabajo, en el que se planteaba crear un régimen de subcontratación. Los temas más polémicos de la iniciativa eran las nuevas modalidades de contratación: los periodos de prueba, los contratos de capacitación inicial y contratos de trabajo temporal, los salarios por unidad de tiempo y el llamado “outsourcing” o subcontratación. No obstante, fue hasta el gobierno de Enrique Peña Nieto que se implementó completamente la iniciativa. De 2013 a 2018 se crearon 4 millones 676 mil 314 empleos formales con un salario de uno a dos salarios mínimos. El pasado 27 de octubre de 2020, el titular del Ejecutivo Federal anunció que presentaría una iniciativa de Ley para eliminar la figura de la subcontratación o outsourcing. De acuerdo con el Presidente de la República, este mecanismo “afecta a los trabajadores, a la hacienda pública, al desarrollo del país y se fomenta la corrupción”. El 12 de noviembre de 2020, el Ejecutivo Federal envió al Congreso de la Unión una iniciativa en materia de subcontratación (outsourcing), para regular: i) subcontratación de personas; ii) contratación de servicios y obras especializadas; y iii) agencias de colocación. La iniciativa en comento, presentada en la Cámara de Diputados, turnada a las Comisiones de Hacienda y Crédito Público, y Trabajo y Previsión Social, generó inconformidad en el sector privado. Después de casi tres meses de mesas de negociación, el pasado 5 de abril se anunciaron acuerdos entre representantes del sector sindical, sector empresarial, funcionarios del Gobierno Federal y algunos diputados federales del Grupo Parlamentario de Morena.
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